miércoles, 21 de marzo de 2012

Junin de los Andes

Para el verano del 2010 con mi novio elegimos nuevamente para nuestras vacaciones el sur argentino. Destino al que vuelvo cada vez que puedo, visitando y conociendo distintas localidades.

Pasamos en esta oportunidad unos días por las ciudades de Junín de los Andes y San Martin de los Andes, haciendo algunas excursiones a zonas cercanas, como Villa Traful y Villa la Angostura,

Empiezo entonces el relato de este hermoso viaje con la primera de estas ciudades: Junin de los Andes.

 Para ubicarlos geográficamente, la misma está situada al sur de la Provincia de Neuquén, en la Región Patagónica. Se la considera la Capital Nacional de la Trucha, y llega mucho turismo pesquero por este motivo (no era nuestro caso, ya que íbamos solo a admirar sus paisajes).

La ciudad se encuentra a la margen del Rio Chimehuin, y tiene cerca algunos lagos como ser el Huechulafquen (una belleza, fuimos a verlo en una excursión sobre la cual les contaré en otro post), el Paimún, Epulafquen, Lolog y Curruhué.

Para llegar a Junín de los Andes hicimos escala en el aeropuerto de Neuquén, y luego combinación con un micro que nos alcanzó hasta la ciudad. Teníamos reservado de antemano un hostel (que resultó ser modesto pero agradable) así que nos dirigimos ahí a dejar las mochilas. Les cuento que íbamos bastante cargados porque teníamos la idea de acampar alguno de los días (lo cual terminamos no haciendo porque el clima no acompañó para eso. O sea,  llevamos inútilmente carpa, bolsas de dormir y demás utensilios).

Ya desde unos días antes el pronóstico meteorológico para la zona indicaba días de lluvia (aunque es común que le pifien acá le acertaron bastante). Íbamos por eso preparados con unos pilotines, y con bastante abrigo (a pesar de ser verano esos días fueron algo frescos así que nos vino bien). En esta ciudad igual logramos zafar un poco de las tormentas (nos explicaban que había un cierto microclima, pero que a unos kilómetros en San Martin de los Andes llovía a cántaros).

La primer tarde fuimos a pasear un poco por la costanera del Rio Chimehuin. La misma era bien tranquila, con poca gente. El rio de un color azul medio turquesa realmente lindo, con un puente que lo cruza en parte (el de la foto en la que estoy a lo lejos haciendo monerías). Nos habíamos llevado el equipo para mate (infaltable compañero) y tomamos la merienda a sus orillas. Un perrito de la zona se acercó a saludarnos (tentado seguramente por la comida) así que pasamos un rato jugando con él. A pesar del frio este se metía al rio, entraba y salía, jugando. Lo que es estar acostumbrado a las bajas temperaturas!

La ciudad debo admitir es pequeña, así que se recorre rápido. Llegamos a la infaltable Plaza San Martin (lo de “infaltable” es porque en la mayoría de los pueblos la plaza principal lleva el nombre de este procer), alrededor de la cual se erigen algunos de los edificios principales. La misma tiene araucarias y pehuenes, y bancos que invitaban a sentarse un rato. En uno de ellos esperé un rato mientras mi novio revisaba enfrente sus mails en un locutorio. Cuadernito en mano me dediqué a dibujar un bosquejo de la plaza. Me dieron ganas de hacerlo.

Cerca se encuentra la Iglesia Parroquial Nuestra Señora de las Nieves. En su recinto se venera también la figura de la Beata Laura Vicuña, quien  fue una joven chilena que vino con su madre y hermana a la zona, huyendo de la guerra civil de su país, y se educó en el Colegio Salesiano Maria Auxiliadora. Murió a la edad de 13 años. La joven ofreció su vida y su juventud por la redención de su madre, quien llevaba una vida poco piadosa. Se le han otorgado varios milagros.

La iglesia tiene una decoración yo diría poco tradicional. En ella se observan claramente las influencias mapuches, con guardas que semejan tejidos típicos. Nos habían explicado sobre las mismas, pero les confieso no recuerdo los detalles.

Luego de una noche de descanso nos dedicamos a recorrer otro atractivo del pueblo: el Via Christi. Este es un parque temático ubicado en la ladera de un cerro bajo, en medio de un bonito bosque de pinos. Es un circuito de 2km, con estaciones en las que se destacan las obras del arquitecto Alejandro Santana. Las mismas reflejan escenas de la vida de Jesucristo. Emplazadas sobre plataformas circulares (que representan al sol), las obras se mezclan con la cultura mapuche. Los rostros de las esculturas mezclan lo hispano, lo mapuche, y en definitiva lo mestizo de la zona.

Al recorrerlo se llega a la cima, en donde se erige una cruz blanca, y desde donde se tiene una hermosa vista de la ciudad.

Y así fuimos terminando nuestro recorrido por este hermoso pueblo, preparándonos para nuestro siguiente destino: San Martin de los Andes.
 

4 comentarios:

  1. me encanta la cordillera de nuestro país. lamentablemte aún no conozco Junín de los Andes. lindísimas las fotos.
    gracias por tu comentario!!

    ResponderEliminar
  2. Ay Estela que emoción me da leerte y conocer cada uno de los lugares que mencionás! Me imagino la emoción que me va a dar en el próximo post! jaja.
    Mirá, yo fui hace muchos años a Paimún, hice el camino hacia la cascada (Chachín, creo), y entre este año y el pasado fui algunas veces a Junín.
    Fui una vez a ver a Los Cafres, y una tarde me acuerdo que me hice todo un city tour con una tía y una prima de Martín.
    Ahi pude conocer la Iglesia (me encantó!) y el río, y el resto del pueblo en sí.
    Y la última vez, fue el día antes de la partida de mi abuela. Ella es muy religiosa, y no quería que se fuera sin conocer el Via Christi. (Yo tampoco lo conocía, pero me habían contado que era increíble).
    Así que partimos, y la verdad, (y como sabrás) yo ya no soy católica, pero me fascinó el paseo.
    Y pienso volver porque mi suegra y Martín vieron las fotos que sacamos y se mueren de ganas de ir!.
    A la villa fui este fin de semana. Por suerte están super recuperados de las cenizas! No sabés cómo se recuperó el verde!!
    Beso grande, espero ansiosa el próximo post!!!

    ResponderEliminar
  3. Ah!! me olvidaba! qué hermosas fotos!!

    ResponderEliminar
  4. Chivi: me imaginé que te iba a gustar este relato, ja.ja. La verdad es que es linda la zona de Junin de los Andes. Nos habian dado un montón de datos interesantes sobre el Via Christi y la iglesia, pero con el tiempo un poco me los olvidé. A mi me gustó bastante la zona, me pareció un lugar bien tranquilo. Sobre todo la zona de la costanera. Nosotros pensabamos estar mas tiempo por ahi, inclusive ir a acampar al Huechulafquen, pero el clima era bastante feo, asi que decidimos ir para San Martin de los Andes el resto de los dias que teniamos (desde el lado de que es mas grande y teniamos mas cosas para hacer aunque lloviera lo pensamos).
    Me parece que vas a tener que llevar entonces a tu suegra y a Martin para que visiten, les va a gustar. Aprovechá ya que estas tan cerquita!!
    Me alegro que en Villa la Angostura esten recuperando un poco el esplendor perdido por las cenizas. Las dos veces que yo fui (y eso que una fue en este viaje asi que medio bajo agua la cosa) el lugar era un paraiso, me daba mucha pena ver las imagenes grises posteriores a la erupción.

    Lucas: la cordillera argentina es grandiosa. Yo de a poco la voy recorriendo, vale la pena en toda su extensión! Aca tenes entonces otro lugar para visitar.

    ResponderEliminar

Gracias por dejarme tu mensaje! Tus comentarios enriquecen mi blog! Te espero nuevamente!